El metapneumovirus humano (HMPV) causa infección del tracto respiratorio, especialmente en niños. Fue descubierto en 2001 en los Países Bajos. Al igual que el virus sincitial respiratorio (VSR), el HMPV es un miembro de la familia de virus Paramyxoviridae y tiene un genoma de ARN que codifica ocho proteínas virales. El virus tiene una envoltura lipídica que contiene glicoproteínas virales que participan en la entrada del virus en las células y la fusión de la envoltura viral con las membranas celulares. Existen dos linajes genéticos principales denominados subtipos A y B, cada uno de los cuales tiene dos subgrupos.
El HMPV es una infección viral relativamente común que a menudo se asemeja al resfriado común; sin embargo, los síntomas indicativos de infecciones por HMPV más graves pueden ocurrir en pacientes de alto riesgo, como bebés, ancianos y enfermos crónicos. La mayoría de las infecciones ocurren de octubre a abril.
El HMPV se propaga fácilmente por contacto con secreciones respiratorias de individuos infectados o superficies y objetos contaminados.
No hay vacuna disponible para el HMPV. La prevención de la infección por HMPV depende de buenos métodos higiénicos para reducir la propagación del virus.
Los médicos no pueden diagnosticar con precisión una infección por HMPV basándose solo en los signos y síntomas. Hay muchos otros virus que infectan las vías respiratorias con una gran superposición de síntomas entre estas infecciones. Las pruebas de diagnóstico realizadas en muestras tomadas del tracto respiratorio proporcionan una ayuda útil para el diagnóstico de HMPV. El método de anticuerpos fluorescentes directos permite la detección del virus en dos o tres horas, pero es laborioso y requiere una experiencia considerable. Los métodos moleculares, como las pruebas basadas en la reacción en cadena de la polimerasa de transcripción inversa, son los más precisos para detectar el HMPV.
El tratamiento de una infección por HMPV generalmente se centra en la terapia sintomática. Cuando una infección por HMPV se vuelve más grave y progresa a bronquiolitis, los objetivos de manejo del paciente son aliviar la dificultad respiratoria, la obstrucción de las vías respiratorias y mejorar los niveles de oxígeno. Es importante normalizar la temperatura corporal y mantener una hidratación adecuada.
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